Para este segundo ejercicio tendréis que retocar una fotografía. Podéis hacer el ejercicio de dos maneras:
Primera opción: Aplicar filtros, pinceles o ajustes en una fotografía, hasta convertirla en una obra personal, que contenga una intención expresiva clara (no empecéis a poner filtros sin ton ni son, que os conozco).
Segunda opción: Retocar un retrato, para mejorarlo o para empeorarlo, pero de tal forma que se noten lo menos posible las intervenciones que hemos hecho sobre él.
Para recordar lo que hemos aprendido en clase acerca de las herramientas que podéis utilizar, os dejo el vídeo con las explicaciones y los ejemplos que vimos.